“Esta es la Francia de la diversidad”, dijo Paul Pogba para hacer énfasis en la multiculturalidad de la sociedad de su país y en el representativo que aspiraba a ganar la Copa del Mundo. De los 23 jugadores campeones, 14 tienen raíces africanas y al menos en el futbol, este éxito significa integración. 

La diversidad fortaleció a Francia en su primer título, en el 98, con los orígenes argelinos, antillanos y armenios de sus jugadores. En Rusia, confirmó el poder de su historia, como hicieron Bélgica e Inglaterra con la composición de sus equipos que superaron las expectativas en la disputa seria por el título. Nada extraño, tampoco en la plantilla de la selección alemana campeona en Brasil, pero sí resaltado por los actuales conflictos migratorios.

Esta generación francesa no ha agotado sus recursos, la velocidad de Mbappé fue clave y se va a casa con el balón de plata, pero seguro en el ciclo hasta Qatar cumplirá con su proceso de desarrollo completo. “Es impresionante, tiene una genética muscular de calidad fruto de la mezcla de sus padres. Su madre es argelina y su padre camerunés. Es decir, resistencia y velocidad”, declaró a El País, Paulino Granero, preparador físico de Rusia.

Si el triunfo está marcado por la captación de las fortalezas que otorga la heterogeneidad, México podría identificar sus posibilidades de enriquecer a los representativos en las distintas categorías. Los procesos de detección de talento son decisivos.

Esta semana, Luka Romero, conocido como el “Messi mexicano”, decidió jugar para la Selección de Argentina. Tiene 13 años y la posibilidad de ser parte de la selección mexicana o de la española. Su futbol es todavía una promesa, pero se ha convencido de comenzar a vestir su camiseta con la Sub-15. Uno menos para México. 

En el Porto destaca Joao Maleck, nacido en Guadalajara, con nacionalidad francesa y ascendencia camerunesa. Chivas lo echó de sus fuerzas básicas y su proceso en México inició en forma con Santos Laguna en la Sub 17. En un partido con la Selección fue captado por visores del Porto, ahora se desempeña en su división Sub 19 y debutó con el equipo B en abril. 

“Soy mexicano al 100%. Mi prioridad siempre ha sido jugar con la selección mexicana”, declaró el año pasado para Fox Sports. En la última convocatoria del Tricolor Sub 20 no aparece Joao Maleck y mientras no se presente oficialmente con la mayor, podría ser persuadido para vestir otros colores.

Las selecciones africanas fracasaron en Rusia, los cinco representativos de la región se despidieron en la fase de grupos. Los estereotipos en el deporte han sido destruidos una y otra vez porque las características físicas no son determinantes como sí lo es la cultura deportiva.

Hacen diferencia cuando están acompañadas por estructuras deportivas que identifican, reclutan, desarrollan y vigorizan sus capacidades, como lo vimos en este Mundial: un tercio del equipo campeón está compuesto por jugadores surgidos en el futbol de los barrios, ahí, en esas zonas excluidas hallan el estilo de juego al que aspiran.