Oficialmente, la historia de Real Madrid y Ronaldo comenzó el 31 de agosto de 2002, cuando el delantero fichó para el equipo denominado galáctico, que ya contaba con Luis Figo y Zinedine Zidane. Sin embargo, la relación de amor entre Florentino Pérez y el crack se inició casi un mes antes, cuando empezaron las negociaciones. El empresario y el ahora exfutbolista se enamoraron casi a primera vista.
A partir de ese entonces, el mandamás del club merengue no sólo fue presidente y consejero del brasileño, sino que, además, se convirtió rápidamente en un amigo que hasta asistió a la boda del jugador con Daniella Cicarelli, en París. Por eso, más allá de que optaron luego por distintos caminos, el contacto entre ambos nunca se rompió.
Hay acciones que traspasan las palabras para confirmar verdades: Ronaldo, quien actuó primero en el Fútbol Club Barcelona, cuenta que se transformó en “un madridista más” y que esa conversión, en parte, se la debe al propio Florentino. De hecho, ya en 2016, pasó a ser una especie de asesor del presidente, algo así también como un embajador del Real Madrid. A nadie extrañó ver al gran campeón del mundo en la presentación de Vinicius, en el último verano europeo.
Ahora, en esta nueva aventura como propietario de Valladolid, el brasileño no se quiere despegar del todo de su querido Madrid: continúa llamando a Florentino, a quien considera el mejor presidente del fútbol. ¿Para qué lo llama? Dicen que sólo para pedirle consejos…