Si bien siempre fue una cuestión estadística para analizar, se podría “culpar” a la exitosa etapa de Pep Guardiola en Barcelona como el inicio del debate acerca de la posesión del balón como cuestión central del fútbol. Las distintas escuelas futbolísticas combaten verbalmente sobre la importancia de ella, provocando intercambios de opiniones interminables y, casi siempre, estériles.

Por lo pronto, el Superclásico es una pequeña muestra de que tener la pelota más tiempo que el rival no garantiza un triunfo por sí mismo. De hecho, los últimos cinco encuentros entre Boca y River podrían darle la razón a los que piensan que la tenencia es asunto menor, ya que en estos casos siempre ganó el que la tuvo menos.

El primer duelo entre ambos equipos disputado en el marco del Campeonato de Primera División 2016-17 tuvo como ganador a Boca en el Monumental. Aquella tarde, los de Gallardo se impusieron por 56% a 44% en este ítem, pero el resultado fue 4-2 para los de Guillermo. Por el mismo certamen, pero en La Bombonera, el Millonario se impuso 3-1 pese a que el Xeneize tuvo la pelota el 59% del partido, ante el 41% de la visita.

Ya en la Superliga 2017-18, Boca volvió a celebrar en Núñez, esta vez por 2-1, con apenas el 37% de la posesión, el registro más bajo de los últimos años. El encuentro de la Supercopa Argentina era el Superclásico más importante de los últimos tiempos, hasta esta final de Libertadores que rompe con todo: en Córdoba, River ganó 2-0 con otro bajísimo porcentaje, el 37%. Y el resultado final se repitió en la actual Superliga, en el Alberto J. Armando hace un mes y medio, con otra leve “derrota” del Millonario en este aspecto, al registrar casi un 49% de tenencia.

Así como controlar la pelota no es garantía de triunfo, tampoco lo es cederla al rival, aunque el historial reciente le da la razón a estos últimos. ¿Qué análisis harán el Muñeco y el Mellizo?