Gabriel Mercado vivió el partido de ida de la final de la Copa Libertadores de una manera muy particular. Por el cambio de día del Superclásico debido a las fuertes lluvias que obligaron a la suspensión del sábado, el partido que el defensor debía disputar con Sevilla frente a Espanyol se superpuso con el encuentro en La Bombonera, por lo que el chubutense tuvo la cabeza enfocada en dos estadios a la vez, a la expectativa de lo que sucedía con River. Y no se preocupó en esconderlo.
El lateral, pieza fundamental de los primeros dos años del ciclo de Marcelo Gallardo en el Millonario, marcó uno de los goles del triunfo 2-1 del conjunto andaluz y en el festejo se acordó del club de Núñez: se llevó las manos a la cabeza y se dibujó la cresta de una gallina, tal como explicó tras el encuentro en una historia de Instagram.
Además, una vez terminado el partido, el hombre de la Selección argentina siguió desde el vestuario lo que ocurría en Buenos Aires y desde la zona mixta se lo escuchó gritar con vehemencia el tanto de Carlos Izquierdoz en contra que significó el empate 2-2 definitivo en Buenos Aires.