El ataque que sufrió el micro de Boca cuando llegaba al Monumental para disputar el partido de vuelta de la final de la Copa Libertadores dejó a varios de los integrantes del plantel muy afectados. Especialmente a Pablo Pérez y Gonzalo Lamardo, que debieron ser trasladados desde el vestuario visitante rumbo al sanatorio Otamendi para ser tratados por distintos problemas.

Al rosarino, que iba a ser titular en el Xeneize, le cayó una astilla de vidrio dentro del ojo izquierdo, mientras que también presentaba algunos cortes en el brazo izquierdo. El juvenil por su parte, sufrió un corte en la cabeza y también tuvo un problema en el globo ocular derecho.

Luego de ser revisado, los médicos determinaron que Pérez tiene una “úlcera en el ojo” producto de la presencia de un cuerpo extraño y no está en condiciones de disputar el encuentro. Tras recibir el tratamiento en la clínica, los jugadores regresaron al estadio, a la espera de una determinación por parte de la Conmebol.