Hay una buena noticia para Boca: se terminó la final más larga de la historia. Ya está. River es campeón de la Copa Libertadores y el Xeneize tendrá que volver a empezar. La refundación empieza desde adentro y esta derrota debe trabajar en función de eso. La pregunta es, sin embargo, ¿con quiénes?

La duda principal pasa por quién será el DT. Guillermo Barros Schelotto está cerca de irse del club. Desde 2016 hasta ahora fue bicampeón del fútbol argentino, pero también tuvo dos frustraciones grandes en los certámenes de eliminación directa. Sea cual sea la decisión de la dirigencia de mantener su vínculo o no, la decisión del Mellizo no sería continuar: Estados Unidos o España aparecen en su futuro cercano. Si se va, habrá que salir a buscar entrenador. Y ese entrenador será quien deberá encabezar la renovación.

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Pero con ese puesto virtualmente vacante, hay varios miembros del plantel que no solo tienen el crédito abierto, sino que además serán fundamentales para lo que se viene. ¿Desde dónde se conforma la nueva columna vertebral para afrontar lo que se viene? Porque, para aquellos despistados, vale recordarlo: el club disputará la Copa Libertadores 2019. Y el fútbol siempre da revancha…

Esteban Andrada en el arco; Carlos Izquierdoz en la zaga; en el medio, ¿podrá sostener a Barrios o a Nández? Si no, deberá salir a buscar, de mínima, un volante central; y arriba, Mauro Zárate junto Ábila y ¿Benedetto? Tendrá en Frank Fabra un refuerzo y en Olaza y Buffarini la continuidad de un correcto cierre de año. Balerdi y Almendra, dos buenos proyectos, pueden potenciarse. Villa, un recién llegado, también tiene vía libre para confirmarse como el reemplazante de Pavón.

La refundación tiene que empezar ya. No hay más tiempo para perder. Boca no puede regalar más nada.