Carlos Lampe terminó la temporada junto a Boca sin minutos jugados y con Guillermo Barros Schelotto confiando en Agustín Rossi y Esteban Andrada para las dos finales de la Copa Libertadores que vio consagrarse a River. Y los recuerdos inundan al meta. “Estamos muy dolidos por el resultado, seguimos muy golpeados”, dijo en una entrevista con La Tercera.
Sobre el balón agónico que no entró, de Leonardo Jara, el 1 agregó que “no te imaginas lo que hubiera dado porque entrara ese balón. La verdad es que se me iba a salir el corazón. Desde afuera se sufre bastante”.
El internacional con Bolivia confidenció que en los días previos a la final las conversaciones en la interna xeneize tenían directa relación con el festejo que no pudo ser. Lampe explicó que “nos imaginábamos todo el rato llevándonos la Copa. Se hablaba mucho, era el único tema que conversábamos. Lo único que queríamos era llevar la copa a nuestra gente. Se merecen todo”.
Sobre la definición fallida en Ñúñez, opinó que “era imposible jugar, porque habían varios jugadores a los que les tocaba jugar y estaban destruidos, estaban pálidos”.
“No me gustaría irme de Boca sin jugar algún partido, sin ganar algo. Tengo ganas de quedarme, pero hay que esperar”, cerró desde Buenos Aires el futbolista perteneciente a los registros de Huachipato.