“El que se quema con leche, ve una vaca y llora”, dice un viejo y popular refrán argentino, que Franco Armani revivió este martes, cuando volvió a quedar eliminado del Mundial de Clubes en semifinales, tal y como ocurriera hace dos años cuando era el dueño del arco de Atlético Nacional de Medellín.

Lo llamativo de este antecedente es que el actual arquero de River sufrió justamente al que será el rival del Millonario este sábado en “el partido que nadie quiere jugar”, por el tercer puesto. Al igual que en el 2016, enfrentará a Kashima Antlers, que esta vez no pudo llegar a la final al caer 3-1 contra Real Madrid, casualmente su verdugo en la anterior definición.

Lee más noticias de fútbol en CódigoSport

Pero en relación al 1, aquella noche fue por demás olvidable, responsable sobre todo del segundo gol de los japoneses, convertido por Yasushi Endo, quien sigue en el equipo del país del sol naciente. ¿Tendrá su pequeña revancha personal o pesarán más los malos recuerdos?