¿Puede caer todavía más abajo? La respuesta es “sí, puede”. Milan no encuentra aún su suelo para chocar y volver a ascender. Sigue cayendo en un precipicio, sin poder siquiera sostenerse o arañar leves conformismos. Poco parece quedar ya de ese club siete veces campeón de Europa y cuatro veces campeón del mundo, ese equipo que ganó 18 veces la liga italiana y cinco Copas de Italia, entre otros tantos títulos. El Milan de hoy ya ni logra clasificar a la Champions League y, en la actual edición de la Europa League, fue eliminado en la fase de grupos que compartió con Betis, Olympiacos (Grecia) y Dudelange (Luxemburgo).

Ni un regalo para Navidad: Milan 0-1 Fiorentina

¿Será una brujería? ¿Un karma? ¿Malas decisiones? ¿Cuánto incidirá la suerte? Lo que está claro es que no parece ser un tema de dinero. En la temporada 2017-2018, la institución invirtió casi 200 millones de euros para intentar revertir la situación: fichó a Leonardo Bonucci (hoy en Juventus), Mateo Musacchio, Hakan Calhanoglu, Nikola Kalinic (hoy en Atlético de Madrid) y André Silva (hoy en Sevilla), entre las principales figuras. No tuvo el éxito deseado. En el mercado del último verano europeo, la inversión fue de poco más de 100 millones de euros, con la llegada de Gonzalo Higuaín a San Siro, entre los refuerzos destacados. El resultado, hasta el momento, está siendo también negativo.

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La última vez que Milan jugó la Champions League fue en la edición 2013-2014. Luego, durante tres años consecutivos, no participó en torneos internacionales. En la temporada 2017-2018, apenas llegó hasta los octavos de final de la Europa League. ¿La última vez que ganó un Scudetto? Fue en 2011. Muy poco, muy pobre.

Para colmo, para sumar palos a este desorden, la UEFA advirtió en este diciembre que el club italiano tiene hasta junio de 2021 para ajustarse a las normas del Juego Limpio Financiero, si no quiere ser castigado con un año de sanción, sin jugar competiciones europeas. Es evidente: ya no es más el poderoso que supo ser…