Universidad Católica se subió al primer lugar en pleno desarrollo de la fecha, retomó el camino de los triunfos a nivel local -contra Everton– y sus dos hitos que coronan una enorme semana, que incluyó festejo frente a Gremio, los logró con una mixtura de cadetes y suplentes ofensivos en un once competitivo que siempre tuvo más la pelota en Viña del Mar.
Jaime Carreño profundizó y finalizó una jugada en la que los pivoteos de César Munder y Duvier Riascos permitieron que el 8 se posicionara como referente de área. Recién pasaba la media hora y apenas se podía consignar un tiro de Álvaro Madrid desde lejos, por parte del local, que respondió con el tanto de penal de Maximiliano Cerato, configurado tras la carga de Valber Huerta a Juan Cuevas.
El colombiano Riascos, que relevó al dulce Sáez, tuvo dos chances en el primer tiempo. Sobre el término del mismo, le ganó la marca a Marcos Velásquez y le dio desviado. Y marcó la diferencia en el tercero de sus cabezazos, ahora en el área pequeña y apto para recepcionar un rebote del centro de Stefano Magnasco, por semana consecutiva en línea de fondo.
Lo de los de Gustavo Díaz fue una gotera que estaba medio arreglada y a veces generaba dolores de cabeza. Una chilena poco peligrosa de Álvaro Ramos que sacó Toselli sin problemas, un derechazo de Fernando Arismendi que se fue muy alto, una que le rechazaron a Benjamín Rivera. Arismendi, que entró a inquietar, se llevó pronto la doble amarilla. Le anularon un gol a Fuenzalida, y el Chapa casi propicia el doblete de Riascos. Lo ganó con justicia la UC que quiere conquistar todos los frentes.