¿Cómo se regenera una identidad? ¿Cómo se hace para barajar y dar de nuevo? Tal vez habría que preguntarle a Boca, que desde diciembre viene trabajando en eso. En reinventarse. Pero reinventarse en serio. No para olvidar, porque lo que sucedió quedará marcado, sino en pos de ponerse de pie. Y de, eventualmente, volver a ser.
Apenas cuatro futbolistas continúan en el plantel de los once que salieron al campo de juego del Santiago Bernabéu: Esteban Andrada, Julio Buffarini, Carlos Izquierdoz y Sebastián Villa. Y de los cuatro que entraron en el segundo tiempo, siguen Carlos Tevez y Wanchope Ábila, además de Paolo Goltz y Mauro Zárate, quienes estuvieron en el banco pero no sumaron minutos. Es decir que diez de los 18 jugadores que Guillermo Barros Schelotto llevó a Madrid ya no siguen en el club.
Lisandro Magallán fue el primero en dar el portazo a cambio de 10 millones de dólares, mientras que Wilmar Barrios le dejó a las arcas 22 millones por su pase al Zenit. Darío Benedetto y Nahitan Nández se quedaron seis meses más pero también emigraron a Europa: 14 millones desde Cagliari por el uruguayo y 16 millones del Olympique de Marsella por el goleador. Fernando Gago, lesionado, eligió el silencio y la rescisión de su contrato antes de elegir continuar su carrera en Vélez. La llegada de Marcos Díaz empujó a Agustín Rossi al exilio en Chile en Deportivo Antofagasta y, ahora, está en Lanús (su pase todavía pertenece a la institución). A Pablo Pérez, uno de los miembros más antiguos del plantel, le llegó el fin de ciclo y un cambio de aire forzado en Independiente. Lucas Olaza se fue a préstamo a Celta de Vigo, Leo Jara a DC United y Cristian Pavón a LA Galaxy, donde se reencontrará con el Mellizo.
En total, el Xeneize recaudó alrededor de 52 millones de dólares entre estos dos mercados de pases, los cuales reinvirtió para concebir el nacimiento del plantel actual. Iván Marcone y Lisandro López, jugadores del riñón del DT, le permitieron empezar a armar un equipo a su imagen y semejanza. Y con la aparición de Alexis Mac Allister y la jerarquía europea que otorga Eduardo Salvio, empieza a surgir con una forma más definida.
Hoy, de los titulares en el Santiago Bernabéu, el único que parece intocable es Andrada. Buffarini compite con Marcelo Weigandt , un chico del club. Izquierdoz no tiene asegurado el lugar y lucha mano a mano con Junior Alonso. Y Villa parece estar por detrás de los volantes naturales como el Toto, Mac Allister y Emanuel Reynoso en este 4-4-2. A ellos, además, se suma la aparición de Nicolás Capaldo, otro juvenil, y de Jan Hurtado, una millonaria inversión más para el futuro que para el presente.
Ninguna de las eliminaciones o derrotas previas generó semejante cimbronazo. Es lógico: fue la final más importante de la historia. Alfaro y Burdisso apuestan a cabezas frías (y limpias), unas que ya no estén contaminadas de frustraciones ajenas o pasadas. Van nueve meses y a la vista está el Superclásico del 1° de septiembre en el Monumental por la Superliga , pero también un posible cruce en la Libertadores en semifinales y otro en cuartos de final por Copa Argentina. Allí estará a la respuesta que todos están esperando: si este renovado Boca es, efectivamente, un nuevo Boca.