La llegada de Gustavo Alfaro a Boca generó varios cambios y uno de ellos fue la forma de desenvolverse con los jugadores. El DT potenció la competencia interna y demostró, en lo que va del semestre, que no tiene definido un once de memoria. “Lo que siento es que no tengo titulares o suplentes, quiero dos jugadores por puesto”, explicó después del partido ante Patronato. “No nos hace sentir que somos titulares o suplentes”, lo respaldó Carlos Tevez.
¿Qué es lo que hace diferenciar al equipo que prioriza el entrenador del alternativo? En definitiva, los torneos. “En Boca hay que pelear todo”, repiten los protagonistas como un mantra, pero lo cierto es que el valor que se le da puertas adentro a la Copa Libertadores no es el mismo que el de la Superliga o el de la Copa Argentina. Desde allí se desprende, entonces, que aquellos que juegan en el plano internacional son los verdaderos elegidos por el técnico.
Lechuga tiene, hoy por hoy, algunos futbolistas que él los piensa irremplazables. Esteban Andrada es el sostén en el arco y Marcos Díaz, por más que haya llegado bajo su ala, tendrá que seguir esperando en el banco. Lisandro López es otro por los que hay debilidad. Eduardo Salvio ya demostró su jerarquía europea y Alexis Mac Allister convenció a todos rápidamente. Arriba, Mauro Zárate es el elegido por encima del ídolo.
La otra mitad del equipo es la que se debate los lugares restantes. Iván Marcone, el delfín del CT en el campo de juego, podría llegar a perder su lugar a manos de Daniele De Rossi en caso de que no se puedan adaptar a jugar juntos. Allí también esperan por oportunidades Nicolás Capaldo y Jorman Campuzano. Emanuel Reynoso empuja desde atrás a Mac Allister y al Toto.
En los laterales es donde la lucha parece más bien pareja: Marcelo Weigandt y Julio Buffarini de un lado, Frank Fabra y Emmanuel Mas del otro. Paolo Goltz, Junior Alonso y Carlos Izquierdoz, quien hoy corre con algo más de ventaja, son los que buscan acompañar a Licha en la zaga central.
Y en la delantera, Carlos Tevez compite con Zárate, mientras que Wanchope Ábila, todavía un escalón por encima, hace lo propio con Jan Hurtado, a la espera del lugar que pueda ocupar Franco Soldano, pedido por el DT pero lejos de tener un nombre de peso para reemplazar directamente a Benedetto.