Histórico. Washington Nationals ganan la Serie Mundial de la MLB por primera vez tras un impresionante triunfo en casa de Houston por 6-2 ante unos Astros que habían comenzado 2-0 arriba en el crucial y definitivo séptimo juego. En un Clásico de Otoño inédito, donde siempre ganaron los visitantes, la ventaja de localía terminó siendo una cruz para los texanos.

Pero no todo fue color de rosas para los Nats. Desde el comienzo se notó al abridor local Zack Greinke aplomado, casi sin complicarse con los peligrosos bates de Washington. En cambio, Max Scherzer, quien venía de no poder jugar hace dos días por una lesión en el cuello, se notó algo falto de ritmo, y Houston lo aprovechó, aunque no tanto.

En la segunda llegó la primera rayita para los Astros gracias a un jonrón solitario del cubano Yuli Gurriel y en la quinta un sencillo remolcador de Correa ponía las cosas 2-0 mientras el Minute Maid Park explotaba de alegría.

Para la sexta, Dave Martinez decidió darle descanso a un Scherzer que en 103 lanzamientos permitió 7 hits, caminó a cuatro, ponchó a tres y le anotaron dos carreras. Pero esos números, que parecían malos en el momento, cambiaron la perspectiva un par de innings más tarde. Corbin se hizo cargo del montículo de los Nats a partir de allí y cerró el grifo en las entradas 6, 7 y 8.

Greinke, en tanto, completaba seis entradas con apenas un hit, pero todo cambió en la séptima. Un bambinazo solitario de Anthony Rendon, el héroe del Juego 6, ponía el primer poroto para los Nats. A. J. Hinch no le dio otra oportunidad a su abridor y lo relevó, pero Harris no entró derecho. Todavía en la séptima, el veterano Howard Kendrick sacudió un tremendo bombazo que se fue a la calle para un jonrón de dos carreras con Soto a bordo, y la visita pasaba al frente por 3-2, silenciando un estadio que hasta minutos atrás era pura algarabía.

Desesperado, Hinch no quiso más problemas con Harris y buscó la solución en su cerrador Roberto Osuna, quien se hizo cargo a partir de la séptima, con un out en la cuenta. El mexicano pudo cerrar, con algunos problemas, el fatídico séptimo inning para Houston.

Pero en la octava Osuna sufrió el poder de bateo de unos Nats que, ya sueltos, comenzaron a tirar con todo. Así se embasó Rendon, que luego robó la segunda, y el dominicano Juan Soto con dos outs machacó con un sencillo remolcador para que Rendon anotara la cuarta para los de la capital.

Para la novena Hinch acudió al poco ortodoxo Joe Smith, pero rápidamente las bases se llenaron y tuvo que llamar al novato mexicano José Urquidy, quien debió hacerse cargo del cierre con un out y sin margen de maniobra.Adam Eaton se aprovechó de la situación con un sencillo remolcador de dos carreras para poner el 6-2 en la tabla.

Solo quedaba cerrar en la baja de la novena, y para eso Martinez trajo a Daniel Hudson, quien no tuvo mayores problemas para sentenciar el juego y desatar la locura en Washington, que gritó campeón de la Serie Mundial por primera vez en su historia.

Foto Nats: Elsa/Getty Images