Comienza la cuenta regresiva para que Flamengo y River salten a la cancha del Estadio Monumental de Lima para definir al campeón de la Copa Libertadores 2019. El partido correspondiente a la final única se jugará este sábado 23 de noviembre y contará con el arbitraje de Roberto Tobar. Pero el juez no sería el único chileno presente en el cruce definitorio, pues se espera que Paulo Díaz pueda ser la sorpresa de Marcelo Gallardo frente al Fla.

Y es que en los últimos entrenamientos, antes de partir rumbo a Perú, el Muñeco probó variantes con el ex San Lorenzo -que puede oficiar de defensor central, lateral por ambas bandas o volante de marca- dentro del sistema táctico. De hecho, en Argentina aseguran que el DT del Millonario colocó al nacido en Santa Cruz en el fondo y dispuso el famoso 5-3-2 que utilizó en la Bombonera en la primera final del certamen continental de 2018.

Asi las cosas, el “damnificado” con el ingreso del chileno estaría entre Exequiel Palacios o Nicolás De la Cruz. “Con él y Pinola como eventuales zagueros, los peligrosos Bruno Henrique y Gabigol estarían mejor custodiados y Martínez Quarta sobraría para cubrir la espalda de sus compañeros”, consigna Olé. “Con Díaz, además, Gallardo ganaría un jugador para el juego aéreo defensivo ante un rival que se ha mostrado fuerte en la pelota parada, con lanzadores de gran pegada como De Arrascaeta y Everton Ribeiro y receptores que ganan de alto como su pareja de centrales, Rodrigo Caio y Pablo Marí”, complementan.

Flamengo – River, la final de la Copa Libertadores 2019: formaciones y todo lo que hay que saber

Cabe recordar que desde su llegada en agosto, el ex Palestino -único refuerzo de River este semestre- acumula ocho partidos (seis de ellos como titular), con 603 minutos jugados y una sola participación en el torneo copero: ingresó a los 26 minutos del complemento en la semifinal de vuelta frente a Boca. Sin embargo, su polifuncionalidad lo transformó en el “comodín” que puede ser clave para Gallardo en tierras peruanas.

De concretarse, podría transformarse en el segundo futbolista nacional en levantar el trofeo para un equipo foráneo tras Ignacio Prieto que, defendiendo a Nacional de Uruguay, en 1971, logró la gesta frente a Estudiantes de La Plata, precisamente en Lima.