Con su fútbol pragmático, sus experiencias con Argentina y Colombia en tres mundiales y su reconocido trabajo en el desarrollo de talento joven, José Pekerman es, a sus 72 años, la apuesta de Venezuela para salir del foso.

La voz calmada de Pekerman volverá a sonar después de tres años alejado de los banquillos y lo hará con una Vinotinto que necesita, justamente, un poco de calma en un momento muy complicado.

Descarrilada en la clasificatoria sudamericana hacia el Mundial de Catar-2022, con apenas 7 de 42 puntos posibles, a la Vinotinto le toca pensar a largo plazo, reconstruir, y la Federación Venezolana de Fútbol (FVF) presentó este martes a Pekerman como arquitecto del proyecto con vistas al Mundial de 2026, que organizarán Estados Unidos, México y Canadá.

Aunque no le gusta la palabra «reconstrucción», según dijo él mismo en la rueda de prensa en la que fue anunciado como seleccionador de Venezuela, este delgado exfutbolista de cabellos canosos espera traer «esperanza».

«Venezuela está en el momento justo para entrar en la gran competencia», expresó al asumir el mando de la selección del único país de la Conmebol que jamás ha estado en una Copa del Mundo, subrayando la evolución de sus futbolistas en las últimas dos décadas, aunque viva «momentos difíciles».

Su ciclo con Colombia también empezó entre complicaciones.

Sustituyó a Leonel Álvarez en 2012 en el equipo cafetalero, que lamía sus heridas después de quedarse fuera del Mundial en Corea del Sur/Japón-2002, Alemania-2006 y Sudáfrica-2010.

Todo cambió con su llegada: Colombia volvió a brillar, como en las etapas de Francisco Maturana y Hernán ‘Bolillo’ Gómez en la década de 1990, y regresó a la Copa del Mundo con cotas altas de juego en Brasil-2014 y Rusia-2018.

Eso sí… Ya este entrenador nacido en un pequeño pueblo rural de Argentina, Villa Domínguez, en la provincia de Entre Ríos, sabía lo que era un Mundial.

Dirigió a su país, Argentina, en Alemania-2006, cuando Lionel Messi apenas era un prometedor niño que empezaba una impresionante carrera en la que colecciona siete premios del Balón de Oro.

– Fe en la juventud –

Su salto a la fama como entrenador se produjo con la selección sub-20 de Argentina.

Con futbolistas de inmenso talento como Juan Román Riquelme, Javier Saviola, Andrés D’Alessandro, Messi o Sergio Agüero en las distintas generaciones de la Albiceleste  sub-20, Pekerman llevó al equipo a celebrar tres campeonatos mundiales de la categoría en 1995, 1997 y 2001.

Y también estuvo al frente de la sub-17.

Pekerman encontrará en la Vinotinto una generación de futbolistas que en 2017 dieron a Venezuela un inédito subcampeonato mundial sub-20, entre los cuales destacan el mediocampista Yangel Herrera (Espanyol, España) y el portero Wuilker Faríñez (Lens, Francia). 

Recuperar a piezas como Adalberto Peñaranda (Las Palmas, España), que perdieron terreno después de aquella promesa de futuros éxitos, es uno de los objetivos.

– Cariño.. y críticas –

Pekerman, en su historial en la Copa del Mundo absoluta, ha contado con grandes futbolistas en el rol de ’10’, como Riquelme en Argentina o James Rodríguez y Juan Fernando Quintero en Colombia. 

No obstante, sus ataques potentes, peligrosos, han tenido a la vez bases sólidas en la seguridad defensiva. James Rodríguez dijo que tuvo con él una relación de «padre» e «hijo» y Colombia le homenajeó arrancándole lágrimas.

Aunque es enemigo de la polémica, limitando sus contactos con periodistas casi en exclusiva a la sala de ruedas de prensa, Pekerman no ha escapado de controversias. Recibió críticas en sus últimos tiempos en Colombia por la «influencia» de su agente, Pascual Lezcano, quien ahora será manager de selecciones de Venezuela.