El fútbol saudí, con el Al Nassr a la cabeza, quieren elevar a Arabia a la élite del universo del deporte más seguido del mundo. En los últimos días, presidente y dirigentes han estado por Madrid tanteando la posibilidad de en un futuro más o menos lejano, ampliar la nómina de estrellas. Hablamos de Sergio Ramos, pero el último en aparecer en su lista de deseos ha sido Luka Modric.

El croata firmó un Mundial para enmarcar. El gesto besando la medalla del tercer clasificado tras derrotar a Marruecos, lo resume a la perfección. Demostró seguir teniendo fútbol, circunstancia que repite en cada ocasión que se pone la camiseta del Real Madrid, como se pudo comprobar el 30 de diciembre ante el Valladolid, 13 días después del citado partido en Qatar.

Quiere seguir jugando en la entidad madridista, al menos una temporada más porque su fútbol lo pide. Lo demuestra en el césped con su juego y lejos del verde, pero en silencio, fiel a su estilo, y rechazando millonarias propuestas procedentes de Arabia Saudí y Estados Unidos. Poco importan los 37 años que muestra su pasaporte. Su fútbol ni caduca ni tiene edad.

La decisión no admite duda. Modric quiere seguir en el Real Madrid y en el club están encantados con su deseo, el mismo que tiene todo el madridismo militante. Por el momento no tiene oferta de renovación, pero el acuerdo no será problema. Una mirada basta en su caso. La realidad es que dos equipos se han acercado a él y su respuesta ha sido clara: “Hablamos en el 2024”, dejando patente cual es su objetivo y aspiración.

El Al Nassr de Cristiano Ronaldo va muy en serio en eso de ser el Real Madrid del mundo árabe. La hoja de ruta la tienen clara por Riad. Ahora CR7, en el verano de 2023 Sergio Ramos y en el 2024, Luka Modric como referente. El primer objetivo ya lo han logrado. Trabajan en el segundo y con el tercero la respuesta que han tenido es que hay que esperar porque el croata da prioridad absoluta al Real Madrid. Tajante. En Riad no desesperan y saben que dentro de un tiempo pueden dar forma a un sueño que hace unas semanas parecía imposible y que empieza a ser realidad con la inminente llegada de CR7 al fútbol saudí.

La MLS también ha llamado a la puerta del croata. Con reiteración. El Mundial de 2026, el deseo de que la competición se asiente entre la élite y el cambio en el reglamento de traspasos, ayuda a ello, pero necesitan referentes y por esos entre los jugadores que han llamado está Luka Modric. Y es que el Inter de Miami suspira por el croata como también por la llegada de Leo Messi. Tanto uno como otro se sienten con fuerzas para seguir en la élite. En Qatar lo dejaron patente.

Luka Modric lleva algo más de una década en LaLiga dejando muestras de tener un fútbol reservado a los elegidos, algo que no está pasando inadvertido ni para los rivales. Además, el croata ha sabido entender y ejercer de madridista a la perfección. Su vida en Madrid alcanza todo lo que desea tanto a nivel deportivo como en su día a día. Se siente respetado y querido y eso es algo a lo que no quiere renunciar. Y el Real Madrid tampoco, que piensa en el centrocampista como una figura clave para su futuro.