La derrota contra el Villarreal una semana antes de la disputa de la final de la Supercopa fue un aviso serio de que las cosas no iban tan bien como debieran por Valdebebas.
El Real Madrid, que comenzó la temporada como un tiro, ha ido deshaciéndose poco a poco hasta llegar a este mes de enero con la sensación de que deben espabilar cuanto antes si no quieren verse metidos en serios problemas.
El Barcelona hizo los deberes, estudió a la perfección las virtudes y los problemas de su rival y los expuso ante todos evidenciando que, a día de hoy, el Real Madrid es un equipo vulnerable en ambas áreas. La Supercopa de España debe servir como lección y punto de inflexión en la temporada del equipo blanco.
Una defensa que hace aguas
El principal problema del equipo es, sin duda, la nula capacidad que atesora a día de hoy para mostrarse contundente en defensa. El Real Madrid concede un gran número de ocasiones partido tras partido, en los que, o bien convierte en héroe a Courtois, o derrota.
Exceptuando Militao y Nacho, el resto de la zaga atraviesa un momento de forma realmente bajo, lo que se traslada en errores muy poco frecuentes en un equipo de la categoría del Real Madrid. En los últimos días, Mendy, Carvajal, Rüdiger y Militao han cometido errores muy groseros que le han costado dos derrotas importantes al equipo.
Esa falta de contundencia y de concentración con la que el Real Madrid lleva conviviendo desde principio de temporada se ha convertido en una tendencia extremadamente peligrosa.
A estas alturas han encajado 27 goles en 26 partidos, a más de un gol en contra por encuentro. Y hay que insistir de nuevo en el hecho de que Courtois hace que ese balance defensivo no sea una catástrofe. Sin el belga, la crisis sería total.
Sin plan b en ataque
En el área rival las cosas no están mejor. El Real Madrid tiene un sólo plan para atacar las defensas rivales: balones a Vinicius. El equipo blanco siempre incide en mandarle balones al brasileño en banda izquierda para ver si le sale la jugada y resuelve la papeleta. Obviamente, eso le convierte en un equipo tremendamente previsible.
Busquets y Xavi lo dejaron claro tras el partido. “Hemos defendido muy bien a Vinicius que era una de las claves”. Sabían de sobra que si desactivaban al carioca, el Real Madrid se quedaría sin ideas. O Benzema frota la lámpara, o poco más.
Ancelotti debe trabajar y mucho al equipo de cara a mejorar en ambos lados del campo, o la situación se le puede ir de las manos. No es concebible ni el número de ocasiones que le hacen al Real Madrid partido tras partido ni tampoco que tenga tan pocas variantes en ataque. El próximo jueves, primer test serio ante el Villarreal. Tienen tres días para mejorar o podrían despedirse de otro título más.