El primer aviso de Everton en el Estadio Nacional fue en serio. El problema, para ellos, es que fue el único con verdadero peligro. Un tiro al palo de Patricio Rubio a los dos minutos. Luego, el Oro y Cielo se diluyó, seguirá peleando el descenso y Ángelo Henríquez mantuvo a la Universidad de Chile con vida en el campeonato: a cuatro fechas del término todavía puede ser campeón y el próximo fin de semana agotará sus chances o alargará su ilusión ante el líder en el Clásico Universitario, al que llegará con la moral arriba.
Henríquez, que no aparecía en las redes desde su debut en agosto, abrió la cuenta con un cabezazo en una jugada que protagonizaron Matías Rodríguez y Francisco Arancibia. El lateral, asentado en el perfil cambiado, rompió líneas y asistió con sorpresa al ex O’Higgins, que centró con precisión para que su 9 castigara desde el punto penal.
El trámite fue equilibrado y Frank Darío Kudelka, que optó por el orden de las dos líneas de cuatro, le dio treinta minutos a Jean Beausejour, uno que no veía acción oficial hace 99 días, y el zurdo le respondió con creces, pero también la peor noticia: metió una asistencia y quedó suspendido. A 17′ del término, Rafael Caroca recuperó y el mundialista cedió con Henríquez, que controló de pecho justo en la mitad de la cancha, se sacó a Benjamín Rivera y Cristián Suárez, enganchó y fusiló desde fuera a Cristopher Toselli, con un tiro cruzado al ángulo.
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Tras su habilitación, el 15 mantuvo el ímpetu y fue factor de riesgo hasta que le dio un manotazo a Camilo Rodríguez y se restó del cruce ante la UC por acumulación de tarjetas. “Ojalá que mantengamos el juego de asociación y el de buscar siempre el remate al arco”, reseñó el goleador que por primera vez tendrá al frente a los Cruzados.