Histórico. Interminable. Épico. Varios epítetos podrían mencionarse para calificar el Juego 3 de la Serie Mundial de la MLB de 2018. Dieciocho (18) entradas se necesitaron para conocer un ganador, y ese fue Los Ángeles Dodgers, que descuenta en la serie de manera espectacular y se mantiene con vida en lo que fue el juego de Serie Mundial con más entradas y el más largo en cuento a tiempo jugado con 7 horas y 20 minutos.
Boston llegaba a Los Ángeles con la ventaja de haber ganado los dos primeros juegos de la Serie Mundial y la tranquilidad que ello conlleva. La obligación estaba del lado de los Dodgers , y los Red Sox querían aprovechar la ocasión para llevarse un juego de Los Ángeles y poner las cosas 3-0. Y por un momento parecía que lo lograrían…
Comenzó bien la cosa para los Dodgers. El novato abridor Walker Buehler lanzó siete entradas, apenas le conectaron dos hits, sin carreras ni boletos entregados, siete ponches. Impresionantes números para el pitcher de 24 años. En ofensiva, Pederson conectó un jonrón solitario en la tercera para poner las cosas 1-0 para los locales.
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Buehler siguió manteniendo a raya a la ofensiva de Boston, hasta que dejó el montículo tras siete innings para que el bullpen cerrara el juego. Pero Jansen falló ante Bradley Jr, quien conectó un HR solitario en la octava para igualar las acciones.
En la novena, Cody Bellinger pudo embasarse con un hit pero increíblemente, con un out, quiso robar base antes de que el lanzador David Price siquiera amagara su lanzamiento. ¿Resultado? Bollinger ponchado y las chances de ganarlo de los Dodgers en la novena se esfumaban.
Pero Bellinger se repuso en la primera entrada extra con un terrible cañonazo desde el jardín central tras un elevado de sacrificio de Eduardo Núñez para mandar la bola a home y que el catcher sacara a Kinsler cuando estaba por anotar.
Tras varios innings en los que los lanzadores dominaban, llegó la 13era entrada: Eduardo Núñez, que había definido el juego 2 para los Red Sox, bateó un sencillo remolcador (ayudado por la pésima defensa angelina) para que anotase Brock Holt la carrera que, parecía, sería de la victoria para los visitantes.
Pero cuando los de Alex Cora sae preparaban para festejar, apareció Max Muncy. Primero para negociar pasaporte de Eovaldi y luego para anotar tras un hit de Yasier Puig que Ian Kinsler, increíblemente, tiró por la borda al intentar lanzar a primera.
Así las cosas, con el 2-2 las entradas se sucedieron, con Eovaldi lanzando por Boston y Maeda por los Dodgers. Hasta que llegó la 18va entrada, y el que volvió a aparecer para definir la cuestión fue Max Muncy, quien aprovechó un mal pitcheo de Eovaldi para sacarla del estadio por el jardín central.
De esta manera, los Dodgers descuenta y se ponen 1-2 en la Serie Mundial que seguirá este sábado, nuevamente en Los Ángeles.
Foto: Harry How/Getty Images