El próximo 14 de diciembre se cumplirán 49 años de la que, por ahora, es la única vez que Boca dio la vuelta olímpica en el Monumental después de un partido frente a River. Porque si bien hubo otras ocasiones en las que el estadio de Núñez fue utilizado como terreno neutral, solamente el Nacional de 1969 vio un Superclásico con un título en juego disputado por ambos equipos.

En aquel certamen, el Xeneize que dirigía Alfredo Di Stéfano (exjugador del Millonario y que en 1981 volvería para ser campeón como DT), llegaba con un punto de ventaja sobre los de Ángel Labruna, que llevaban al momento 12 años sin ser campeones. Por eso, el encuentro de la fecha 17 fue catalogado como “la final del siglo”, sin imaginar lo que ocurriría casi cico décadas después.

Boca Juniors Nacional 1969

La tarde comenzó de forma ideal para la visita, que logró ponerse en ventaja con dos goles del Muñeco Madurga, pero luego igualaría el local gracias a Pinino Más y Victor Marchetti. Llegó el final señalado por el juez Oscar Veiró y Boca tenía la histórica oportunidad de celebrar en terreno de su archirrival.

La escena fue surrealista: mientras el plantel de River aplaudía a sus rivales, al igual que sus hinchas, empleados del club decidieron “regar” el festejo abriendo los grifos del campo de juego, lo que provocó que los futbolistas xeneizes terminen literalmente empapados, más allá de la felicidad.

Cuando nos prendieron los grifos que usaban para regar pensé ‘¿así que abren las canillas? Voy a dar la vuelta con más ganas’, y agarramos por la pista olímpica para dar la vuelta completa“, comentó hace unos años Silvio Marzolini a La Nación. “No nos importaba nada, nos empaparon pero la dimos igual”, completó el Chapa Suñé.

Para Boca fue la primera vez que logró consagrarse en Núñez, tras un partido contra el clásico rival, que había hecho lo propio en La Bombonera en 1942 con “La Máquina”, en 1955 con “La Maquinita” y la más recordada, en 1986, cuando llegó campeón al Superclásico pero igual decidió dar media vuelta, hacia el arco del Riachuelo, previo a los dos goles del Beto Alonso, uno de ellos con la pelota naranja. ¿Podrá repetir Boca aquella gesta ocurrida hace casi medio siglo?