River y Boca se preparan para la histórica final de la Copa Libertadores y no quieren dejar ningún detalle librado al azar. Por eso, tanto Marcelo Gallardo como Guillermo Barros Schelotto decidieron concentrar a sus planteles con 48 horas de anticipación de cara al primer partido de la serie, aunque con planes diferentes: mientras que el Millonario repite el ritual que viene realizando desde los octavos de final, el Xeneize cambia nuevamente su lugar de alojamiento.
Al igual que sucedió en la previa de cada serie importante de los últimos años, y tal como hizo antes de los duelos contra Racing, Independiente, Gremio y la ida ante el Xeneize, el Muñeco decidió llevar a su plantel a Cardales. Después de entrenarse en el predio de Ezeiza, el plantel del Millonario llegó pasado el mediodía del jueves al Sofitel, a 60 kilómetros de la Ciudad de Buenos Aires, donde se quedará hasta el día del partido.
Por su parte, para la revancha el equipo del Mellizo vuelve a hospedarse en el Hotel Madero, su habitual lugar de concentración. Cabe recordar que en la ida, debido al cambio de fechas de la final, Boca se había quedado sin lugar, por lo que debió cambiar y se decidió por un lugar con mucha carga histórica para el club: el Hotel Intercontinental, donde solía alojarse el plantel durante la época dorada de Carlos Bianchi.
Al igual que River, el Xeneize se entrenó durante toda la semana en el club y quedará concentrado desde el jueves luego del entrenamiento a puertas abiertas que realizará en La Bombonera.