Pep Guardiola presagió lo que este sábado ocurrió en Turf Moor. Coronado de manera anticipada por su archirrival José Mourinho, quien admitió que la ventaja de 15 puntos de Manchester City era inmanejable, el técnico de los Citizens no quiso festejar por adelantado: “Todavía no. Hay 13 partidos, 39 puntos por jugar”.
Y no se equivocó, porque este sábado en la vigésimo sexta jornada de la Premier League, cuando tenía el partido aparentemente controlado ante Burnley con un 1-0 a favor, sucedió lo inesperado: Raheem Sterling comete un error y permite que Johann Guomundsson anote el empate a los 82′.
Poco importó que el primer tiempo haya estado en poder de los Sky blues, pese a la ausencia por lesión de siete jugadores. Más del 70% de la posesión del balón y hasta cuatro ocasiones de peligro que el arquero Nick Pope salvó con angustia evidenciaron la superioridad del City. Por eso el 1-0, producto de un golazo de Danilo a los 22′, era lo más justo. Hasta ahí, todo en orden.
Sin embargo, en el complemento, la historia fue cambiando de a pocos. Burnley se atrevió más en ataque y fue aumentando sus chances de gol. Si en el primer tiempo había logrado complicar a Ederson en un par de ocasiones, esta vez ponía en evidencia que el City no es un equipo invencible.
Es cierto que Sterling y Danilo, en más de una oportunidad, tuvieron la chance para sentenciar el resultado. Es cierto que el City perdonó como normalmente no sucede. También es cierto que Pope se vistió de superhéroe para salvar a Burnley y que el gol de Guomundsson a lo 82′ nació producto de un error. Pero, como dice Guardiola, creer que ya todo está resuelto podría ser fatal.
A falta de doce partidos por delante, el City suma 69 puntos y sigue siendo cómodo líder de la Premier League. Tiene una ventaja de 16 puntos sobre el United, que podría reducirse a 13 si es que el equipo de Mourinho derrota este sábado a Huddersfield Town.
Guardiola y sus jugadores siguen firmes en la carrera hacia el título, con apenas una derrota y tres empates en 26 partidos jugados. El traspiés sufrido ante Burnley tan solo añade un poco de suspenso al tramo final de la Premier League. Pero, de todos modos, no hay que cantar victoria antes de tiempo.
Fuente: Opta