Pese al inminente cierre del mercado de pases europeo, el futuro de Mauro Icardi sigue siendo una verdadera incógnita, ya que la guerra del futbolista con el Inter parece estar en su peor momento: según La Gazzetta dello Sport, el delantero argentino decidió demandar al club, solicitando ser reintegrado a los entrenamientos del primer equipo, además de una compensación de 1.5 millones de euros por daños morales.
Una jugada completamente inesperada para la institución de Milán, precisamente en las horas en que parecía que finalmente se podría volver a retomar en buenos términos las charlas entre Wanda Nara, representante de Icardi, y el club italiano. Mientras, esperan atentos tanto Monaco como Atlético de Madrid, listos para aprovechar el momento y dar el golpe sobre el final del mercado de verano.
El mismo Beppe Marotta, director deportivo de los Neroazzurri, había confesado en los últimos días su optimismo sobre una posible venta de Icardi, quien hace tiempo está separado del plantel principal y completamente fuera de los planes de Antonio Conte: “Icardi es el protagonista de su futuro, se encontraron dificultades, pero soy optimista a que se aclare antes del cierre de mercado. Este culebrón tiene que terminar. No somos autodestructivos, actuamos con conciencia y respeto”.
Contrario a lo que creía Marotta, la decisión del atacante argentino condiciona por completo al Inter, que ahora ve más lejana que nunca la posibilidad de concretar una reconciliación y una cesión in extremis.