Alyssa Nakken echó un vistazo a través de una ventana, en la parte alta del graderío del parque. Sonrió, al ver la Bahía McCovey en un día esplendoroso.
Tiene el honor de enfrentar el reto –con la responsabilidad que conlleva–, como la primera mujer que ocupa un puesto de coach en las Grandes Ligas. El mes pasado, se incorporó al personal del nuevo mánager de los Gigantes de San Francisco, Gabe Kapler.
“Me siento más cómoda en el terreno de béisbol”, confesó.
Es bueno que piense eso, dado que pasará incontables horas ahí durante los próximos ocho meses. Vestirá el uniforme de los Gigantes y tratará de ayudarlos en varias labores, desde el trabajo en la jaula de bateo hasta las prácticas de fildeo.
Para Nakken, el hecho de hacer historia implica estar lista cada día para causar un impacto de una manera distinta, haciendo caso omiso a las críticas y a cualquiera que considere inadecuada su presencia en el béisbol tan sólo por su género.
“No hay marcha atrás ahora. Estamos en esto”, dijo. “Aquí vamos”.
Un ejemplo para las mujeres
Nakken acepta su papel como un ejemplo para las niñas y mujeres que sueñan con trabajar en el béisbol.
“Es algo importante. Percibo un gran sentido de responsabilidad, y es mi trabajo honrar a quienes me han ayudado a llegar adonde estoy”, valoró.
Kapler y el presidente de operaciones deportivas de los Gigantes, Farhan Zaidi, han depositado toda su confianza en la capacidad de Nakken para ayudar a imprimir continuidad en el clubhouse, mediante una relación más estrecha entre los peloteros jóvenes y los veteranos.
“Pienso que lo que me dificulta expresar esto con palabras es que, durante el proceso de entrevistas y en la oportunidad de conocer un poco más a Gabe y a Farhan, esto nunca fue un tema”, aseveró Nakken. “Jamás se trató de que yo fuera mujer o fuera la primera.
“Más bien se dijo: ‘¡Hey, tenemos un nuevo personal, hay muchas cosas que están ocurriendo, necesitamos que alguien venga acá y cause un impacto en el clubhouse, para este personal, para el equipo y para ayudarnos a ganar! Alguien que sepa de béisbol, que comunique bien, que pueda construir buenas relaciones y confianza. De eso se habló”.