El mediocentro provocó un autogol luego de que su compatriota instalase la ventaja. Luego el Inter manejó a Sassuolo hasta golear.
El Inter goleó a Sassuolo a domicilio (0-3) y así bajó a uno de los tres últimos invictos de la Serie A. Y lo hizo merced a una inspiración goleadora de su tríada latina compuesta por Alexis Sánchez, Arturo Vidal y Lautaro Martínez.
El cuadro milanista se puso a dos puntos del líder Milan y se reivindicó después de la fuerte decepción que supuso caer feo ante el Real Madrid a mitad de semana. Desde el arranque, asumió sus responsabilidades ligueras presionándolo alto al Neroverdi y aprovechando toda licencia disponible.
Fue así como Lautaro conectó el error de coordinación de Vlad Chiriches para maniobrar entre los zagueros locales en Reggio Emilia. El 10 deshizo a sus marcadores tras recibir de Sánchez para habilitarlo al chileno, que estaba ubicado en el centro del área, desde donde solo tuvo que pinchar de derecha y con su sangre fría instalar una ventaja que se duplicó antes de que se cumpliera el primer cuarto. Vidal remató al área chica y Chiriches descolocó la resistencia de Consigli con un gol en propia puerta.
El juego parecía cerrado de entrada, pero los de De Zerbi tenían algo más que decir y entre Djuricic, Rogério y Toljan se las arreglaron para enredar siempre al Nerazzurri, que cambió su disposición hacia una de cuidados defensivos.
Los chilenos, en todo caso, tenían otro capítulo más de gloria para no dejar ninguna duda en el resultado: Alexis la inició antes del círculo central, Vidal abrió para Darmian y el ex Manchester United picó hasta el fondo antes de habilitar a un Roberto Gagliardini que controló de zurda y mató a Consigli de derecha.
Las combinaciones entre Lautaro y Alexis tampoco se detuvieron, y el tocopillano pudo marcar otro más pero cuando le quedó el espacio para el 4-0 optó por un fierrazo que salió muy alto. Hasta el 80 lo mantuvo en el campo Conte a su tocopillano, mientras que Vidal -expulsado contra el Merengue- completó los 90 y cerró el pasillo central para evitar los descuentos de una escuadra que hasta el término asustó con las variantes que lo mantienen en la parte alta. Inter, antes de visitar al Borussia Monchengladbach donde se jugará su futuro europeo, demostró que puede destrabar situaciones muy complicadas con su encendido contingente sudamericano.