El equipo blanco se hinchó a victorias antes de Navidad pero en este arranque de año apenas ha superado el 50% de victorias
El Real Madrid definitivamente ha vuelto a 2015 y 2004. Su primera parte de la temporada fue excelsa, casi impecable, pero en este 2022 se está desinflando claramente. Su porcentaje de victorias ha bajado del 76% al 54%, dejando de ganar en cinco de los once partidos disputados en el arranque de año, casi los mismos (6) que en los 25 previos a Navidad.
Las pocas o inexistentes rotaciones de Ancelotti han causado que en partidos de una exigencia física tremenda, como el de Bilbao o el de París, el equipo madridista apenas haya competido y haya estado siempre a merced del rival.
El Real Madrid, en este arranque de 2022, se ha despedido de la Copa del Rey, tiene un 1-0 en contra ante un PSG que ha sido mucho mejor en la Champions y su diferencia en LaLiga ha pasado de ser de ocho a cuatro puntos respecto al Sevilla. La Supercopa de España es la única buena noticia del equipo blanco desde que comenzase el nuevo año.
El fantasma de Navidades pasadas
En el año 2004, bajo el mando de Carlos Queiroz, el Real Madrid de los ‘Galácticos’ navegaba con viento a favor a por el triplete, sin embargo terminaron perdiendo la final de la Copa del Rey ante el Real Zaragoza, fueron eliminados a manos del Mónaco en cuartos de la Champions tras ganar 4-2 en la ida y desperdiciaron una ventaja de seis puntos en LaLiga a falta de diez jornadas para que el Valencia terminase ganando el título. Queiroz acabó siendo destituido y el Real Madrid inició ese año su peor etapa en este siglo.
Y en 2015, precisamente con Ancelotti de entrenador, el conjunto blanco cuajó una temporada muy similar a la que está teniendo este año: un auténtico rodillo antes de Navidad, un inicio de año muy flojo con eliminación de la Copa incluida y siendo remontado por el Barcelona en LaLiga. En la Champions aquel año llegó a semifinales, pero la Juventus y un gol de Morata retrasaron a ‘la undécima’. Al igual que Queiroz, Ancelotti también fue destituido al final de aquella temporada.
Tanto el italiano como el Real Madrid deberían tener la lección bien aprendida, pero hasta ahora la sensación es que no. Lo primero que deben hacer es sacar adelante sus próximos compromisos ligueros para ganar confianza de cara al duelo de vuelta ante el PSG. Una eliminación en octavos ante los galos sería muy dura de digerir y haría que lo que resta de campaña se le pueda hacer muy pero que muy largo a Carletto.