Si Gonzalo Higuaín ya era uno de los objetivos de Milan para la próxima temporada, con la inminente llegada de Leonardo a la dirección deportiva del club el Pipita seguramente se convertirá en la prioridad del Rossonero en el mercado de pases: el argentino es una vieja obsesión del brasileño, quien ya quiso contratarlo durante su paso por la secretaría técnica de Paris Saint-Germain.
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Con la llegada de Cristiano Ronaldo, Juventus terminó de decidirse a dejar ir a Higuaín, por quien espera conseguir entre 60 y 65 millones de euros. Una cifra que resulta elevada para el presupuesto del club lombardo, pero que no debería tener problemas en poder costear a partir de la llegada de sus nuevos dueños y de las probables ventas de André Silva y Nikola Kalinic.
Antes de que Milan cambiara de manos, el Pipita ya había hablado con la antigua dirigencia del club, que tenía el visto bueno para avanzar en su contratación. De todos modos, el goleador también ve con buenos ojos la posiblidad de ir a Chelsea y reencontrarse con Maurizio Sarri, quien ya lo dirigió en Napoli. Sin embargo, hoy por hoy los Blues tienen tres centrodelanteros en su plantilla (Álvaro Morata, Michi Batshuayi y Olivier Giroud) y debería dejar ir a alguno antes de avanzar por el argentino.
