El Junior de Barranquilla se quedó ad portas de celebrar su clasificación anticipada a los octavos de final de la Copa Libertadores tras empatar a uno con Boca en el Metropolitano. Los de la arenosa siguen con vida pero deberán jugarse la vida en Brasil la última jornada ante Palmeiras.

Los tiburones tenían todo servido para lograr la gesta en casa. El ambiente, la temperatura y el nivel del rival daban para que los hinchas rojiblancos se ilusionaran. Sin embargo, el equipo de Julio Comesaña se olvidó de jugar al fútbol y terminó cediendo dos puntos en el Metro.

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El partido fue bastante plano con los dos equipos con muy poco que portar sobre las áreas. De hecho, los alegrías llegaron tras dos terribles errores, el primero del juez que sancionó un penal inexistente de Barrios sobre Piedrahita y que Ruiz transformó en gol. Minutos más tarde el mismo Ruiz la mandó a guardar pero en su misma puerta para darla la igualdad a un Boca desdibujado.

El empate deja con vida a Junior en el segundo puesto del Grupo H con 7 puntos. Pero también deja con vida a Boca que tendrá como último rival a Alianza Lima, mientras que el conjunto barranquillero deberá jugarse la vida en Brasil ante Palmeiras. Depende de sí mismo, pero la tarea será titánica.