Houston Rockets estaba obligado a vencer a Golden State Warriors para seguir con opciones reales de alcanzar la final de la NBA, luego que perdieran el primer partido de la serie como local. Por eso la urgencia por lograr un buen resultado era total.

Y virtud a un gran trabajo colectivo los texanos sacaron adelante la tarea y vencieron sin grandes problemas por 127-105 al conjunto de San Francisco. Los escoltas Eric Gordon y James Hardem se combinaron con 27 puntos cada uno y lideraron el ataque balanceado de los Rockets, que ahora tendrán la urgencia de conseguir un triunfo fuera de casa para volver a tener la ventaja de la localía, que la perdieron en el primer partido de la llave.

Hasta 28 puntos de ventaja llegó a tener Houston Rockets,  quien tuvo al base Chris Paul como el tercer miembro más competitivo de encestadores de su quinteto con 16 tantos, seis asistencias, cuatro rebotes y tres balones recuperados.

En el caso de los californianos, Kevin Durant, quien aportó 38 puntos (había logrado 37 en el primer partido), fue el único jugador de los campeones de liga que mantuvo su contribución ofensiva, mientras que el escolta Klay Thompson y el base Stephen Curry no tuvieron la misma inspiración y se combinaron con 24 tantos, comparados a los 46 del primer partido que su equipo ganó por 106-119.

Durant llegó a los 19 partidos consecutivos de playoffs que consiguió al menos 20 puntos, mientras que Curry  extendió a 81 encuentros seguidos de post temporada en los que encestó al menos un triple, mejor marca en la historia de la NBA.