La camioneta blanca 4×4 de la marca surcoreana sigue entrando al predio de la AFA en Ezeiza como cada día. El pelado baja la ventana, estira la mano izquierda y saluda a los hombres de seguridad que custodian el portón. Adentro le espera otro día en la oficina con lo que quedó de su equipo de trabajo. El anotador de Jorge Sampaoli tiene varios ítems: la lista de 22 para afrontar el torneo Sub 20 de L’Alcudia a fines de julio, algunos nombres para rearmar su cuerpo técnico y los compromisos que se le vienen a la Mayor en septiembre, octubre y noviembre.

En el mismo anotador, algo borroneado, se llegar a leer “Copa América Brasil 2019” y, más abajo, “Qatar 2022”.

Hoy por hoy, junto al DT de la Selección argentina quedaron Jorge Desio (preparador físico)Matías Manna (analista de videos)Martín Tocalli (entrenador de arqueros) y Ezequiel Scher (jefe de comunicación del cuerpo técnico). Lionel Scaloni (ayudante y analista de rivales) también sigue siendo parte del equipo del Zurdo, pero está radicado en España. Ya no están Sebastián Beccacece (su ayudante de campo de Sampaoli durante 13 años), Martín Bressan (preparador físico alterno), Nicolás Diez (ayudante de campo de la Sub 20) y Javier Meneghini (analista de video).

Tras la triste aventura rusa, el entrenador quedó debilitado. Perdió autoridad ante los jugadores, credibilidad ante la opinión pública y, fundamentalmente, se quedó sin el apoyo de Tapia y Angelici, los que mandan en AFA. Sin embargo, la relación se fue tensando desde que peligraba la clasificación al Mundial. Ya en 2018, el 1-6 con España generó malestar en los dirigentes y, días antes del debut en Rusia, la novela del amistoso suspendido en Israel fue un manoseo desprolijo con ribetes políticos que cayó mal en los jugadores y en el cuerpo técnico.

“Tengo contrato por cinco años y lucharé todos los días para estar acá”, dijo el DT en la última conferencia de prensa previa al partido ante Francia. “Estar acá no me hace evaluar lo que usted propone”, respondió, tras la eliminación, ante una consulta sobre su eventual renuncia.

El aroma a ciclo terminado seguirá siendo un simple aroma mientras haya U$S 20 millones de impedimentos. El ex-DT de Sevilla firmó hasta 2022, con una cláusula que obliga a pagar esa suma a quien rompa el vínculo unilateralmente antes de la próxima Copa América de Brasil 2019.

Reuniones en Ezeiza, muchas conjeturas y casi ninguna certeza. Los dirigentes creen que el proyecto fracasóSampaoli quiere quedarse. Confía en que puede enderezar el rumbo de cara a Brasil y Qatar. Sin los “retirados” Mascherano y Biglia, los referentes de la generación de las tres finales irán pasando a un segundo plano por una simple razón biológica y el DT sabe que es el momento de ponerle su verdadera impronta a la Selección, esa que quedó desdibujada por las urgencias de las Eliminatorias primero y del Mundial después.

El mejor aliado de Sampaoli es el mercado. La vidriera no es tentadora. Cuando Bauza fue despedido, Sampaoli era un viejo anhelo y, aunque no estaba “libre”, estaba dispuesto a forzar su salida de Sevilla. Simeone, Pochettino y Gallardo, además de estar cómodos y felices en tres equipos importantes, no parecen interesados en tomar la Selección en estas circunstancias. Sin alternativas concretas, la continuidad del hombre de Casilda hasta la Copa América parecería la mejor opción. Si luego de ese torneo persistiera la intención de reemplazarlo, los términos de la negociación serían diferentes.

Este viernes se sumará un nuevo actor que puede tomar un rol protagónico en la batalla de los silencios. Es Fernando Baredes, representante y abogado de Sampaoli. ¿Se reunirá con sus pares de AFA para conciliar una salida? Sampaoli se opuso a dirigir al Sub 20 en L’Alcudia. Ya trabaja en la lista de convocados -la mayoría, sparrings en Rusia- y en el planeamiento para afrontar el torneo pero entiende que debe dirigirlo Scaloni, mientras él continúa abocado al futuro de la Mayor. En la vereda de enfrente especulan con utilizar esa negativa a su favor, aduciendo incumplimiento de contrato de parte del DT. ¿Resistirá hasta fines de julio o principios de agosto, cuando se reúna el Comité Ejecutivo de AFA?

El antecedente de Chile

Cuando Sampaoli buscó “destrabar” su salida de la Selección chilena a fines de 2015, el contexto era diferente. Venía de ganar la Copa América en aquella final contra Argentina y, tras la escandalosa salida de Sergio Jadué de la ANFP y la llegada de Arturo Salah, su intención era emigrar al Sevilla. Luego de la filltración pública de su salario, sumado a otras regalías por derechos de imagen, el DT intentó alegar que se estaba violando la cláusula de confidencialidad y, por ende, podría abandonar el cargo sin cargos punitorios. La cláusula por incumplimiento de contrato era 6,3 millones de dólares, sin embargo, Sampaoli apenas pagó un millón y resignó los 2,4 millones en concepto de premios por el título de 2015. Finalmente, en enero de 2016, selló su desvinculación.

L’Alcudia, el torneo Sub 20 donde brillaron Icardi y Lautaro Martínez

Tras la inmediata ruptura de la mitad de su cuerpo técnico tras el Mundial, con su ex mano derecha ya en funciones en su nuevo-viejo club, el pelado de la camioneta blanca cumple con sus deberes cotidianos y se encadena al puesto. Un puesto para el que no hay aspirantes de jerarquía disponibles. Ya lo dijo Tapia: “Jorge Sampaoli es el técnico de la Selección nacional… tiene contrato”.

 

Fuente: OPTA