Pum. Agresión a los jugadores. Pum. D’Onofrio corriendo en La Bombonera. Pum. Suspensión. Pum. Boca eliminado.

El recuerdo de la agresión que sufrieron los jugadores del Millonario en los octavos de final de la Copa Libertadores del 2015 todavía está fresco en la memoria de los xeneizes. Ahora, la moneda está del otro lado: los agredidos, esta vez, fueron los del plantel de Guillermo Barros Schelotto. Y los hinchas quieren la misma retribución que hubo para la contra en aquel entonces.

Ese 14 de mayo, los boquenses vivieron, acaso, una de las jornadas más tristes, una que les dejó un vacío difícil de llenar. Por eso, ahora hay bronca acumulada. “Si no nos dan esta copa, qué quilombo se va armar”, fue el cantito de guerra en la concentración del equipo, antes de que se confirme la suspensión del encuentro de vuelta.

“Yo pienso que los partidos se empiezan y se terminan en la cancha”, dice siempre Daniel Angelici desde entonces. Es el mismo discurso que hoy dio en el Hotel Madero, con una sola excepción: que esta vez debió acceder al reclamo de la gente y de sus propios jugadores. “Los partidos se ganan y pierden en cancha, pero tengo la responsabilidad de ser presidente y por eso hicimos la presentación con todos los articulos que se incurrieron en el dia de ayer. Esperamos que el Tribunal de CONMEBOL revise y se expida”, expresó.

Boca va por todo. Por los puntos. Por la copa. Y por la revancha de aquel 2015 que tan hondo caló.