Luis Miguel Rodríguez dejó grabado su nombre en la historia de Atlético Tucumán y piensa hacer lo mismo en Colón. El 10, que vivió una semana dolorosa por el fallecimiento de su padre, no se quiso perder la ida de las semifinales de la Copa Sudamericana y, como obra del destino, le dio el triunfo al Sabalero ante Atlético Mineiro en el primer “chico”.

El equipo de Lavallén, golpeado y aquejado por los promedios en la Superliga, comenzaba su noche de ensueño internacional intentando golpear rápido, pero recibió un cachetazo por mala fortuna: Estigarribia quiso dar un pase en su área, pero la pelota dio en Chará y descolocó a Burián, para que el Galo se ponga en ventaja.

Pero en el segundo tiempo llegaría la justicia al marcador cuando Olivera peinó un centro que Wilson Morelo, otro anotador de goles importantes, la empujó a metros de la línea, en posición totalmente lícita. Y cuando el empate parecía inamovible, gracias a las manos de Burián, llegó el Pulga del pueblo para corregir el disparo de Zuqui y hacer delirar a medio Santa Fe, a cuatro del final.

La revancha será en una semana en Belo Horizonte, donde el Negro intentará cuidar esta ventaja conseguida de forma agónica y sacar el pasaje a Asunción, donde se jugará la final del certamen que ilusiona al pueblo sabalero.