Gremio padeció la capacidad ofensiva de Flamengo y al menos rescató un empate 1-1 en Porto Alegre, pese a que el conjunto carioca se lleva un valioso gol de visitante para la revancha de semifinales de la Copa Libertadores.

El uruguayo Giorgian De Arrascaeta avisó de arranque con un remate lejano que se fue desviado, al minuto 10, y que ponía al Fla más cerca de su rival en el objetivo de abrir el marcador. A los 20´ llegó la gran polémica con el gol anulado, mediante el uso del VAR, a Everton Ribeiro, en un disparo desde la puerta del área tras el despejo del arquero Víctor: en la previa al centro desde la izquierda, Gabriel Barbosa sujetó al defensor argentino Walter Kannemann.

Poco después, a los 24´, el árbitro Néstor Pitana volvió a recurrir a la tecnología para constatar una posición adelantada de Gabigol, que había sacado un violento remate que había vencido la resistencia del guardameta local. Y en la tercera intervención del asistente de video, el juez entendió que Michel mereció solo la amonestación por a una dura entrada sobre Gerson que bien pudo valerle la roja.

De tanto insistir, Flamengo consiguió el primer tanto con el cabezazo de Bruno Henrique por el segundo palo, al minuto 69, y que confirmaba su superioridad en el juego. A cinco minutos del cierre, Gabigol volvió a anotarse en la red y el resultado fue el mismo: el VAR le anuló el festejo.

Everton había tenido una clara acción que Diego Alves se la sacó en un mano a mano, pero sobre el cierre, en una de las últimas acciones, tuvo revancha y que le da esperanzas a Gremio para encarar la revancha. Una de las figuras de la pasada Copa América desbordó por desbordó por derecha y sacó el centro justo, por lo bajo, para que Pepé consiga el 1-1.

El próximo 23 de octubre, en Río de Janeiro, se conocerá al que un mes después disputará la final inédita a partido único en Santiago de Chile.