El Real Madrid ganó al Alavés y sigue firme en el liderato de LaLiga. Fue un encuentro trabado, complicado para los de Ancelotti que, a pesar del resultado, no acaban de despejar las dudas mostradas en anteriores partidos. Especialmente a la hora de ver puerta, el gran problema que ahora mismo tiene este equipo.

El Real Madrid parece instalado permanentemente en el día de la marmota. Cada partido de los blancos desde hace un tiempo son siempre iguales. A los de Ancelotti les cuesta dios y ayuda marcar y no puede evitar los sustos del equipo rival, se llame como se llame. Hoy, se llamaba Alavés y, como en anteriores encuentros, al Real Madrid le costó un mundo ver puerta. Concretamente 63 minutos, cuando Marco Asensio marcó el 1-0. Curiosamente, fue el balear el último jugador del Real Madrid que batió a un meta rival. Fue ante el Granada el pasado 6 de febrero.

Un gol, el de Marco Asensio, que alivió al Real Madrid y, sobre todo, a un Bernabéu que no dudó en pitar a los suyos por el mal partido que estaban haciendo. Especialmente en la primera mitad en la que los blancos hicieron poco o nada y eso que estaba en juego hacer olvidar la derrota ante el PSG. Ancelotti sólo hizo un cambio con respecto a París: dio entrada a Valverde por Kroos. Los blancos querían, pero no podían ante un Alavés bien ordenado atrás y esperando su oportunidad en un fallo de los blancos o a la contra. Cada uno ejerció su papel a la perfección. El Real Madrid llevaba el peso del partido, pero para no hacer nada porque la circulación era muy lenta y previsible. Con Vinicius desaparecido, el único peligro del Real Madrid llegaba por la derecha con Carvajal.

La primera parte fue muy aburrida y mala por parte blanca. Los ingredientes necesarios para la pitada de la afición cuando el colegiado señaló el descanso al que se llegó 0-0. La segunda mitad fue mejor por parte de los blancos porque peor no podía ser. Al menos, le pusieron más ganas y apareció Vinicius porque las coberturas del Alavés ya no eran tan perfectas como en el primer acto. El Real Madrid apretó y llegaron las primeras ocasiones claras, incluida una de Benzema al que Lejeune le negó el gol bajo palos. El Alavés, por su parte, se dedicaba a aguantar los ataques y esperar su ocasión y la tuvo, pero Pere Pons falló lo que parecía gol. Así estaba el partido hasta que llegó el minuto 63 cuando Marco Asensio se sacó de la chistera un disparo desde fuera del área par poner el 1-0 en el marcador. Un tanto muy celebrado por la afición blanca que recibió la reprimenda de Marco Asensio por los pitos.

El Real Madrid por fin había logrado marcar, pero no podía respirar tranquilo porque el Alavés nunca bajó los brazos y eso le facilitó las cosas al Real Madrid. Sin el rigor defensivo vasco con el 0-0, Benzema envió un balón al poste y poco después llegó el 2-0 de Vinicius en el minuto 80 tras una buena jugada entre Marco Asensio y Benzema que le dio el gol al brasileño.

Ahí parecía que había acabado el  partido, pero no. Benzema marcó el 3-0 al transformar un penalti sobre Rodrygo. Fue en el minuto 91 y ahí si que se bajó el telón del encuentro.