No es de extrañar que Jorge Sampaoli haya sido la carta del Flamengo para encarar la Copa Libertadores, certamen en el que compite como campeón defensor, y el Brasileirao.

El juego aguerrido del técnico argentino es del gusto de la directiva del Rubro-Negro y sobre todo de una afición que busca que la escuadra vuelva a ser protagonista luego del fracaso que significó el paso de Vítor Pereira.

La trayectoria del nativo de Casilda es conocida. En 2015 se alzó con la Copa América al mando de Chile, el primer título en la historia del país. Un año antes disputó la Copa del Mundo de 2014, en la que casi elimina precisamente a la anfitriona Brasil. Sin embargo, sus primeros logros llegaron desde Ecuador.

Luego de un paso breve por clubes como Argentino de Rosario, en la Primera B Metropolitana, Juan Aurich, Sport Boys, Coronel Bolognesi, Sporting Cristal y O’Higgins, con Emelec conquistó la Copa del Pacífico 2010.

En la U se consagró tres veces en el torneo de Primera División, además de la Copa Chile y la Copa Sudamericana de 2011, en la década más gloriosa del conjunto azul.

Luego arribó al Sevilla para un año más tarde tomar la posta de la Selección argentina, llegando a octavos de final del Mundial de Rusia 2018. En sus dos pasos por los Nervionenses disputó un total de 84 partidos en los que obtuvo 40 victorias, 18 empates y 26 derrotas. Su equipo anotó 141 goles y recibió 109.

Su siguiente destino sería precisamente en el fútbol brasileño al mando del Santos y Atlético Mineiro. Con ambas escuadras alcanzó 109 encuentros dejando un saldo de 61 triunfos, 23 igualdades y 25 caídas, con 182 tantos a favor y 104 en contra, cosechando un 63 por ciento de rendimiento por los puntos, clasificando así al máximo torneo continental en 2020 y 2021. Con el Galo logró dar la vuelta olímpica en el torneo estadual de 2020.

En febrero de 2021 fue oficializado en el Olympique de Marsella antes de sellar su retorno al banquillo de los Blanquirrojos, su última escuadra antes de fichar por el Mengão. Con los focenses remató en la segunda plaza de la Ligue 1, logro que los llevó a clasificar a la UEFA Champions League. Abandonó el Orange Vélodrome después de alcanzar los 67 duelos al mando del club de la Costa Azul, consiguiendo un 53% en su porcentaje de victorias producto de 36 festejos, 17 paridades y 14 derrotas, con 113 dianas convertidas y 73 recibidas.

El santafesino, como ya lo ha repetido varias veces, es un fanático del estilo ofensivo de los equipos de Marcelo Bielsa. Uno de los aspectos fundamentales en los sistemas de Sampaoli es el ataque y la presión en campo contrario. Además, hay que destacar el estudio minucioso del casildense sobre los equipos a los que se enfrenta. Su valor no está en los títulos, sino en la revolución que intenta plasmar en sus formaciones.

“Sampaoli tiene la cara del Flamengo, la determinación, la voluntad de ganar, la energía, la forma de jugar que intenta implementar en sus equipos es exactamente el modelo que toda la nación rubro-negra espera ver”, indicó Rodolfo Landim, presidente de la institución.

Incluso antes de ser presentado, el ex DT de La Roja ya comenzó su trabajo con el Tricampeão. El domingo, el entrenador llegó temprano al Maracanã para ver desde las tribunas la arrolladora victoria sobre el Coritiba. Siguió el cotejo junto a los dirigentes y ya pudo observar lo que le espera en un equipo plagado de figuras.

En su presentación en el Ninho do Urubu una de las principales preguntas fue la opción de utilizar algunos jugadores fuera del posicionamiento al que están acostumbrados. En aquella instancia el argentino admitió que prefiere un estilo de juego posicional, pero sin perder de vista las características de cada uno.

“En el último tiempo, jugamos de manera posicional, con una estructura bien definida. Lo que sucederá es que progresivamente tengamos la posibilidad de educar a una plantilla para que juegue de esa manera. Y en esta progresión, estará mi capacidad de convencer lo antes posible. Siempre digo lo mismo: “no me sirve de nada ser autoritario sin pensar que, en el fútbol, lo más importante son los futbolistas y no el entrenador”. Para mí, es así. Los jugadores a veces ganan y a veces pierden partidos. Pero necesito dar una formación que te permita disfrutar de ese juego”, dijo.

“Cuando decidí llegar aquí, fue por la calidad de los jugadores que tiene el equipo que te permite poner en práctica lo que pienso futbolísticamente (…) En el caso de Pedro y Gabigol, jugaron muy bien juntos con Dorival (Júnior). Entonces es definir que cada partido es diferente y que a veces puede ser y otras veces no. Eso también es importante. La simplicidad de esto te define básicamente a los jugadores”, añadió.

Otro de los aspectos en los equipos dirigidos por el argentino es el valor del escudo y la rebeldía, algo que inculca en sus jugadores.

“¿Cómo vamos a jugar? Sinceramente, hace muy poco tiempo que llegamos y tenemos más o menos claro el conocimiento de los nombres propios. Tenemos que hablar un poco hoy, el primer día, cómo está cada uno. Y cómo están emocionalmente, futbolísticamente y físicamente para ver con qué tipos de jugadores podemos contar para los próximos partidos (…) Por mis características, no pienso en priorizar nada. Solo creo que en cada partido y en cada competencia trataremos de poner lo mejor que tenemos para intentar ganar. Sé la importancia de cada competición. Para mí, lo más importante es esto (apunta al escudo del Fla) y cada vez que se representa, ya sea en un amistoso o en una final, en cualquier partido tendrán lo mejor de lo que creo que será mejor”, expuso.

“Creo que el sistema está debajo de la cultura futbolística. Llego a un país y a un club que obligatoriamente tiene que jugar al fútbol todo el tiempo con la pelota. Si no lo respeto, seguramente fracasaré. En cuanto a Arturo (Vidal), he tenido una muy buena relación desde siempre. Se lo agradeceré toda mi vida por lo que generó a su país y a mí, en relación con esta coincidencia de estar juntos en ese equipo campeón de la Copa América”.

“Jugar con diferentes características es una capacidad en el paso del tiempo. El fútbol tiene, en normalidad, un esquema ofensivo, también necesita un cierto grado de protección. Entonces, a veces es necesario jugar con tres defensas en línea de cuatro, tres centrales en línea de tres. Dependerá del partido. Normalmente el sistema madre es 3-2-5 para atacar y lo usaremos en muchos partidos. A veces, 3-1-6 en el ataque. La salida del balón será totalmente diferente. La estructura que hoy utiliza uno de los equipos más importantes del mundo, que es el Manchester City, que juega con cuatro defensores en la línea de cuatro, pero ataca con seis. Así que las características que los futbolistas puedan entregar en un lugar determinado no limitará la capacidad ofensiva del equipo”, finalizó.

El estreno del santafesino está previsto para este miércoles contra Ñublense por la segunda fecha del Grupo A de la competencia más prestigiosa de Sudamérica. Su escuadra está obligada a ganar luego de haber sido derrotada en su estreno ante el debutante Aucas en el Gonzalo Pozo Ripalda.