El verano de 2021 fue uno de los más movidos de la historia del Barcelona. Hicieron todo lo posible para renovar a Messi. Le pidieron una rebaja de sueldo, pidieron a otros veteranos un recorto en su salario e incluso llegaron a sugerir públicamente la idea equivocada de que el argentino podría jugar sin sobrar.

A pesar de todos los intentos, Messi se fue del club de su vida. Con el jugador más importante en las garras del PSG, el Barça empezó a trabajar de cara al futuro firmando jugadores jóvenes e intentando recortar gastos.

En 2022, un equipo encabezado por Jordi Cruyff y, especialmente por Mateu Alemany, lograron lo impensable. Ficharon a grandes incorporaciones como las de Lewandowsi, Koundé y Raphinha. También trajeron a coste cero al central Christensen y al mediocampista Kessié. Lograron formar un equipo que ha sido capaz de ganar la Liga. Pero ahora ese grupo de trabajo ha sido despedazado.

El director deportivo, Jordi Cruyff, ya ha anunciado que se va del club. Mientras que Alemany, la gran cabeza pensante de los fichajes de Laporta, anunció que se iba del club para fichar por el Aston Villa y luego recogió cable y finalmente se quedará en el club.

El nuevo director deportivo será Deco, exjugador del club y actualmente un importante agente de jugadores. El portugués no tiene demasiada experiencia en tareas de este tipo y existen dudas sobre conflictos de intereses con jugadores representados por él como Raphinha.

El club parece no tener tampoco claro qué es exactamente lo que necesitan ficha en verano. Todo esto, junto a las anunciadas salidas de dos mitos como Busquets y Jordi Alba, auguran otro verano agitado en Can Barça.

El problema con Mateu Alemany

Alemany había decidido dejar el club, seducido por un proyecto en el Aston Villa que le prometía plenos poderes para fichar y una gran oferta económica. En mayo, decidió irse y el club anunció su salida con comunicado a deshora después de un partido en el Camp Nou.

Como parte de su salida, Alemany acordó con Laporta trabajar para el club hasta cerrar el mercado de fichajes de este verano antes de terminar con su trabajo en el Barça. El presidente aceptó y dejó claro a Mateu que en los siguientes días se podía repensar su decisión. Y eso fue exactamente lo que pasó.

Mateu se retractó de su decisión y dejó claro que su sitio estaba en Barcelona. “Está muy claro que mi lugar está en el Barça, el mejor club del mundo. Estoy totalmente comprometido en ayudar a este proyecto, que ha dado un paso muy importante”, dijo.

Según algunos medios, al final el Aston Villa no le ofrecía tantos poderes en el club como se decía en un principio. “El Aston Villa tiene un proyecto impresionante y uno de los mejores entrenadores de Europa, pero después de una reflexión personal, aquí es donde quiero estar”, sentenció Alemany.

La salida de Jordi Cruyff

unos días antes del cambio de opinión de Mateu Alemany, Jordi Cruyff anunció que se iba del club. Su salida también fue inesperada. Parecía que era un sitio ideal para el genio holandés, formando duo con Alemany en el club de sus sueños y en una ciudad que conoce perfectamente. Incluso el propio Xavi pidió públicamente la continuidad de Jordi Cruyff.

Pero optó por cumplir su contrato hasta este verano y luego irse en busca de “nuevos proyectos”. Unos días después, Alemany anunció que al final no se iba, pero los dos movimientos parece que no tienen relación directa entre ellos. Según Mundo Deportivo, Jordi simplemente quiere nuevos retos y cree que su etapa en el Barça ha terminado. Aunque no deja de sorprender esta serie de acontecimientos que han ido sucediendo y hace sospechar en motivos ocultos.

Desacuerdos con los fichajes

La realidad es que existían diferencias de criterios entre las cabezas pensantes del proyecto deportivo. Cruyff era partidario de priorizar la recuperación económica y no veía razonable el regreso de Messi al Barça.

Pero para Laporta el regreso de Messi es crucial a nivel deportivo, sentimental y de imagen del club. Una política que el entrenador, Xavi Hernández, respalda.

Mateu Alemany tampoco ve nada claro el fichaje de Messi. Después de todo, el trabajo del director de fútbol ha sido estos últimos meses reconstruir un Barça sin Leo Messi, y por esa tarea ha recibido todos los elogios. El regreso del argentino dilapidaría parte del trabajo que ha hecho y que tiene que hacer Alemany. Por eso, el balear siempre se ha mostrado cauto en sus declaraciones sobre Messi.

El proyecto de reconstrucción que ha ideado Alemany, peude verse destruído por la operación de volver a fichar a Messi. Una política en la que está en desacuerdo.

También existen diferencias en el jugador que tiene que reemplazar a Busquets. Laporta quiere al portugués del Wovles Rubén Neves, pero xavi no cree que sea el jugador ideal para el pivote del esquema blaugrana. El entrenador prefiere a Martín Zubimendi, el joven y caro mediocampista defensivo de la Real Sociedad.

El conflicto de intereses de Deco con Raphinha

El Barcelona sabe que tiene que reducir sus gastos para poder armar en verano el equipo que quieren. El presidente de La Liga, Javier Tebas, estima que el club catalán necesita deshacerse de 200 millones de euros para poder inscribir a los tres jugadores que han renovado.

TNo es tan fácil para el Barça conseguir 200 millones de euros de la nada sin mermar demasiado el equipo que tienen. Raphinha podría ser uno de esos activos que se pueda mover. A nivel de números la temporada ha sido buena -con 10 goles y 12 aistencias– pero ha tenido un rendimiento irregular y no ha cumplido con las expectativas de los 65 millones de euros que costó. Ha acusado la falta de desequilibrio en el uno contra uno y además solo puede jugar en el extremo derecho, la misma posición que Dembélé.

Raphinha podría ser un excelente fichaje para un equipo que necesite un extremo derecho. No es disparatado pensar que el Barça pueda ingresar más de 70 millones de euros por él. Puede ser una salida prioritaria, si no fuera porque el futuro nuevo director deportivo del Barça, Deco, es su representante. De hecho, el portugués fue clave en la llegada del brasileño al Camp Nou el año pasado, desoyendo otras propeustas económicas superiores.

Poner como director deportivo al agente del principal jugador que te quieres vender, no parece que sea una gran idea y no augura un verano tranquilo.

Una gran necesidad en posiciones muy concretas

Con todos estos problemas, el próximo verano es clave para el futuro del club. Más aún, teniendo en cuenta que el Madrid parece que ya tiene cerrado su fichaje estrella: Jude Bellingham. El Barça tiene necesidades muy evidentes en varias posiciones que tendrán que cubrir en los próximos tres meses.

Messi será el objetivo prioritario, pero el club catalán también necesita urgentemente un mediocentro titular y un buen lateral derecho. El año pasado el equipo necesitaba incorporar buenos jugadores sin necesidad de una posición en concreto y les salió bien. Pero ahora es el momento de afinar y traer jugadores muy específicos para posiciones concretas. Y hacerlo otra vez sin gastar mucho dinero.

Todo lo que ha pasado en la directiva, junto con las necesidades del equipo en un contexto de falta de dinero, auguran un verano muy movido en Barcelona.