Novak Djokovic volvió a sonreír, en el circuito profesional, en su retorno a la competencia tras operarse el codo derecho. En primera ronda del Abierto de Madrid consiguió una de sus mejores victorias de la temporada, al derrotar al japonés Kei Nishikori por 7-5 y 6-4.
Falto de partidos, y con poca confianza, tras volver con el eslovaco Marian Vajda como entrenador, e incluso rebajando unos gramos el peso de su raqueta para no resentirse en su codo operado, el jugador serbio busca en Madrid la forma para llegar a Roland Garros en plenitud.
No es el Novak Djokovic abrumador característico, pero el serbio mostró su lado más trabajador y frío para sellar su paso a la siguiente ronda del torneo, en lo momentos en que más presión existía. Superado por la velocidad de Nishikori en los intercambios largos, y dubitativo en algunos momentos, el ex número uno todavía conserva la sangre fría que le llevó a liderar la lista mundial durante 223 semanas, y apretó en los momentos importantes. Rompió tres veces de siete oportunidades al de Shimane al que terminó arrinconando en el final de ambos parciales.
En segunda ronda, Djokovic tendrá que cruzarse con el ganador del duelo que enfrenta al británico Kyle Edmund y al ruso Daniil Medvedev. Tiene un récord a favor de 3-0 con Edmund: Miami 2016, US Open 2016, Indian Wells 2017, sin ceder un solo set. Y de 2-0 con Medvedev: Copa Davis 2017, Nottingham 2017 -cediendo un set-)