Johnny Herrera debería temblar cada vez que ve de cerca a Esteban Paredes. No es para menos, si se repasan las estadísticas entre los hombres que sueñan en azul y en blanco: el delantero y capitán del Cacique ya le convirtió 18 goles con tres camisetas diferentes.

En la pasada edición 183 del Superclásico ante Universidad de Chile, el goleador del Cacique anotó un doblete en el Estadio Nacional. La U comenzó mejor y se puso en ventaja en el minuto 5 por intermedio de Mauricio Pinilla, pero a los 33′ el veterano goleador empató para los albos con un golazo y él mismo volcó la cuenta a favor de su equipo con otra diana en los 49′.

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Ese día, el Tanque terminó una mala racha de 498 minutos sin anotar goles. Fueron siete partidos de sequía, desde el 17 de febrero de 2018, cuando le marcó a Palestino (1-2). Quedó en blanco en blanco ante O’Higgins, Atlético Nacional, Huachipato, Bolívar, Universidad Católica, Delfín y San Luis.

Con esas dos dianas, se transformó en el segundo en la clasificación histórica de goleadores en estos partidos, superando a Leonel Sánchez, una leyenda del conjunto universitario, y a dos de otro azul, Carlos Campos, que lidera la tabla con 16 goles convertidos a Colo Colo.

¿Cómo llegan Colo Colo y Universidad de Chile al Superclásico 184?

Así, el capitán del elenco Popular, con la camiseta de Colo Colo, le lleva marcados catorce tantos al capitán azul.  De hecho, una de sus conquistas la tiene tatuada en su hombro  (la que le hizo en el Apertura 2012) y esta fue la respuesta del oriundo Angol: “No me gustan mucho los tatuajes, pero si algún día me tatúo algo serían los campeonatos… Claro que tampoco lo haría porque me faltaría piel”.

Con Santiago Morning, Paredes ya había vencido su valla en tres ocasiones. También le marcó un gol defendiendo los colores de Universidad de Concepción.

Cabe destacar, además, que el atacante albo suma 207 dianas en Primera División, 183 con la tienda alba. Este sábado, en el Estadio Monumental, tendrá una nueva oportunidad para hacer aún más grande su leyenda y continuar la paternidad alba que pesa sobre los azules.