El ejecutivo inglés, preocupado con las pérdidas de los clubes, se reservará un derecho de veto

Son muchos los aficionados que sostienen que la Premier League es la Superliga. Y que es el campeonato más atractivo, porque es el que más dinero gasta en fichajes, sin importar que es un modelo en el que todos los clubes se endeudan y van a pérdidas. La pregunta del millón de libras es: ¿El modelo de la Premier League es sostenible? ¿Puede derivar en futuras quiebras de equipos? De eso se quiere ocupar el gobierno de Reino Unido.

El gobierno fiscalizará la Premier, tendrá derecho a veto y ve la Superliga como “liga separatista impopular”

De hecho, el ejecutivo británico está avanzando su plan estratégico para regular la Premier League. El gobierno inglés tiene previsto un proyecto de “transformación radical de las normas que rigen la gestión del fútbol”. ¿En qué consistirá? Pues se creará un regulador independiente que fiscalizará y vigilará a los clubes, reservándose el derecho a veto. De esa manera, lograrán evitar que los clubes quiebren y situaciones de concursos de acreedores. En otras palabras, el gobierno británico hará de “controller” de la Premier. Además, esta nueva iniciativa tendrá la competencia de evitar que los clubes ingleses se unan a nuevas competiciones que no cumplan con los criterios pactados con la FA y los fans. De hecho, el gobierno de Reino Unido considera a la famosa Superliga como un proyecto de “liga separatista impopular”.

El ejecutivo inglés quiere un modelo de Premier League que sea “sostenible y eficaz”

El ejecutivo se está tomando muy en serio esta iniciativa para proteger a los aficionados, para mejorar la gestión de los clubes y sobre todo, para garantizar la sostenibilidad del modelo de la Premier. En su informe, el gobierno inglés aprobará que los clubes tengan modelos comerciales y financieros sólidos. Existe un altísimo grado de preocupación sobre el modelo de la Premier, por las enormes pérdidas económicas que se generan. Esas pérdidas serían consentidas mientras los multimillonarios dueños de los clubes garanticen tener surficientes recursos económicos en caja, o bien tener el suficiente margen para pode acometer ampliaciones de capital. También fiscalizará la compra de clubes y la irrupción de nuevos magnates en el fútbol inglés. Esto llega después de la compra del Newcastle, del cambio en la dirigencia del Chelsea, de la ampliación de capital del Leicester y de la reciente oferta de compra por el Manchester United. El gobierno quiere regular la Premier. Y es que, en materia económica, no es oro todo lo que reluce.